El caballo antes de acercarse a otro animal lo mira, crea espacio y distancia y los humanos por naturaleza tendemos acercarnos a ellos sin mucho cuidado. Eso hace que el equino, sienta temor y se aleje.
El caballo es un animal que se adapta al medio que lo rodea, ha sobrevivido en un medio salvaje. Sin embargo cuando el humano decide tener al caballo bajo su cuidado, lo pone al completo en sus manos.
Hay que tener en cuenta que estará dispuesto a entregarse en su totalidad siempre que el hombre lo trate con cariño y le de las condiciones adecuadas de vida. Porque desempeño del caballo no depende solamente de él, sino también del trabajo, dedicación, amor y disciplina que imponga su jinete al entrenar juntos.
Desde su domesticación, hace siglos atrás, el caballo ha sido empleado para todo tipo de trabajo. Incluso actualmente, cada raza tiene un trabajo específico para el cual es más apto. Ha sido considerado muy valioso por sus cualidades: fuerza muscular, resistencia al esfuerzo, velocidad e inteligencia.
Hemos sido testigos de cómo los caballos ayudan a los humanos a mejorar las relaciones interpersonales. El ser humano es capaz de comprender al caballo y comunicarse con él a través de gastos o sonidos. Se puede llegar a conseguir un vínculo muy estrecho y auténtico con ellos.
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